A medida que voy leyendo el libro “La transición al Océano Azul. Más allá de competir” me van viniendo a la cabeza casos que conozco, ideas, sugerencias, etc., sobre cómo las Entidades sin Ánimo de Lucro pueden innovar, diferenciarse, cómo obtener más ingresos, generar más valor para su “cliente” y la sociedad que las rodea.
A mi entender, en una Entidad sin Ánimo de Lucro, los clientes pueden ser de diversa índole: la gente a los que ayudan y la gente que hace donaciones tanto esporádicas como no esporádicas.
Respecto en el tipo de “cliente” que hace donaciones, las preguntas que me hago son: ¿qué tipo de persona es aquella que hace donaciones a una Entidad sin Ánimo de Lucro? ¿qué perfil tiene? ¿qué conoce de esa entidad?
Respecto a los “no clientes” en cuanto a las donaciones: ¿porqué no lo son? ¿por desconocimiento de la Entidad y de lo que hace realmente? ¿porque no tiene ingresos suficientes para hacer donaciones?
Si ahora saliéramos a la calle a hacer una encuesta sencilla, de pocas preguntas, sobre si conocen alguna Entidad sin Ánimo de Lucro, si saben lo que hacen, a que se dedican, etc.; seguramente veríamos que la gente tiene una imagen distorsionada de la realidad en cuanto a esa Entidad sin Ánimo de Lucro.
Todo esto me hace preguntar: ¿qué valor añadido tienen sus acciones/proyectos tanto para la sociedad como para los “clientes” y “no clientes”? ¿son los mismos que ha tenido en el pasado?